lunes, 15 de mayo de 2017

Perderse para encontrarse

Hoy he decidido escribir acerca de la soledad, sí, aquella inclemente y fiel compañera que muchas veces ha sido la única que ha estado a nuestro lado, pero no voy a referirme a ella en el aspecto negativo de la palabra, por el contrario, lo voy a hacer en el mejor sentido posible porque a pesar de que somos seres acostumbrados a estar en compañía de otros, hemos olvidado la importancia de estar solos y en ocasiones lo maravilloso que es.

En las etapas difíciles nuestros amigos amigos nos dicen: "no estés solo... cuando necesites me llamas y ahí estaremos", decidimos en su momento tomar ese consejo, pero el alivio es pasajero porque cuando ya no están y volvemos a la soledad el dolor vuelve con ella, ya que en realidad no eliminamos lo que nos hace daño, solamente lo mitigamos. Un día, decidí tomar mis maletas y aventurarme en un viaje solo a un lugar prácticamente desconocido, en ese momento descubrí la importancia de la soledad, debido a que me permitió ver con claridad lo que soy, lo que valgo y lo que merezco. En ocasiones no importa cuanto nos quieran hacer sentir mejor a través de las palabras, el apoyo, el cariño e inclusive el amor que nos quieran demostrar porque simplemente los problemas son como una piedra que encuentras en la orilla de una playa; jamás vas a encontrar dos exactamente iguales, cada una tiene diferente tamaño, diferente color, diferente textura y diferente forma. No importa cuanto alguien te diga: "yo pasé por una situación igual", en realidad aquella persona que desea darte ánimo no pasó por una situación igual a la tuya, simplemente tenía una piedra del mismo color que la tuya o de la misma forma, pero jamás igual.

Como dije al principio: hoy quiero hablar del lado positivo de la soledad, ya que en ocasiones es la mejor forma de aclarar el camino, de reencontrar nuestro valor, de recuperar nuestro amor propio, de permitirnos ver las cosas desde otro punto de vista y re-descubrirnos. Pero al igual que cualquier meta en la vida, el salir de un problema no se trata de que la solución llegue a la puerta de la casa, se trata de querer salir en busca de todo aquello que nos puede dar el rayo de luz, no basta con querer, se debe trabajar para ello, se debe cambiar el pensamiento y dejar de ver la vida como un hueco con carretera a los lados, si no una carretera con huecos en ella. El hecho de realizar una caminata, un viaje, una charla con nosotros mismos en una banca del parque, etc. nos ayudará a escuchar la única opinión que en realidad importa...¡LA NUESTRA!

Pero lo más importante de la soledad, es que a ella también le gusta estar sola, no quiere que seamos su pareja permanente, ella sabe que el fin de su existencia es hacer mejor el mundo a través de cada uno de nosotros. No la obligues a estar contigo, disfrútala mientras la necesites, pero vive libre, sin ataduras, sana, toma tu tiempo para resolver tus conflictos, para mejorar, para perdonar, y para avanzar. Eres un ser maravilloso y no porque yo lo diga si no porque tu lo sabes.

Ánimo y jamás te detengas, siempre hacia adelante y que atrás solamente quede el polvo.

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